Aunque muchos las ven como plaga, las zarigüeyas en México y América cumplen un papel vital en los ecosistemas. No transmiten rabia fácilmente, eliminan miles de garrapatas y ayudan a limpiar restos orgánicos. Son aliadas invisibles que protegen tanto a las personas como al planeta.
No transmiten rabia con facilidad – Su baja temperatura corporal impide que el virus prospere.
Control natural de plagas – Comen insectos, pequeños roedores y animales que dañan cultivos.
Regeneradoras de ecosistemas – Dispersan semillas y ayudan a que crezcan nuevos árboles.
Limpian basura orgánica – Se alimentan de restos y evitan malos olores o plagas urbanas.
Son inofensivas y tímidas – Prefieren huir antes que atacar, pese a su fama injusta.
Cuidar a las zarigüeyas es cuidar el equilibrio de la naturaleza. No las dañes, protégelas.