Cajamarca. El Hospital Regional de Cajamarca atraviesa uno de los peores momentos de su historia. La falta de camas ha generado un severo hacinamiento: pacientes tirados en los pasillos, familias desesperadas por ayuda y personas que, según denuncias, han perdido la vida mientras esperaban una sala para ser intervenidas quirúrgicamente.
La crisis se agrava con un problema que golpea directamente al personal de salud: más de 300 trabajadores —médicos, enfermeras y personal asistencial— llevan cinco meses sin cobrar sus salarios, situación que impacta de manera directa en la capacidad operativa del establecimiento.
Los usuarios también reportan episodios de maltrato y falta de empatía por parte de un sector del personal, lo que profundiza el sufrimiento de quienes acuden en busca de atención. Sin embargo, los familiares reconocen que no todo el personal actúa de esta manera y resaltan la labor de quienes, pese a la precariedad, mantienen un trato humano y profesional.
Este escenario refleja el colapso del principal nosocomio de la región, donde cada día se vulnera el derecho fundamental a la salud.
La población exige respuestas inmediatas:
¿Dónde están las autoridades responsables de garantizar un servicio digno y de resolver una crisis que ya ha desbordado todos los límites?
Fuente: Jaime Abanto Padilla
