La marcha de sacrif1cio emprendida por el alcalde provincial de Pataz, Aldo Carlos Mariños, no solo refleja compromiso y determinación, sino también historias que conmueven a cada paso. Una de ellas es la del pequeño “Firulay”, un perrito que se unió espontáneamente a la caminata y se ha convertido en el símbolo más tierno de esta travesía.
Desde su partida en Tayabamba, región La Libertad, el burgomaestre ha recorrido largas distancias acompañado de su equipo y del afecto de los pobladores que los reciben con aliento. En su paso por la provincia de Otuzco, conocida como la “Capital de la Fe”, Mariños fortaleció su espíritu y también ganó un nuevo amigo: “Firulay”, quien decidió seguirlo sin temor ni cansancio.
A lo largo del recorrido, “Firulay” se ha robado el corazón de las personas en cada ciudad que atraviesan. Muchos vecinos se acercan para brindarle agua, alimento y un momento de descanso, mientras otros aprovechan para tomarse fotografías con el fiel acompañante del alcalde de Pataz.
Con su presencia, este noble can refleja la lealtad y el sentimiento que inspira la marcha hacia la capital. Hoy, “Firulay” camina al lado del alcalde y su comitiva, despertando sonrisas, cariño y admiración en cada pueblo que visitan.

Fuente: Chimbote Infórmate Noticias