Han pasado más de seis meses desde que el alcalde Joaquín Ramírez mandó abrir las calles para la pavimentación en Cajamarca, pero los trabajos avanzan a paso de tortuga, poniendo en jaque a cientos de vecinos.
El proyecto incluye 23 calles, además de servicios básicos, veredas e infraestructura de drenaje. La obra, a cargo del Consorcio Vial Mollepampa, tiene una inversión que supera los 8 millones de soles y debía ejecutarse en 180 días, plazo que ya se venció sin resultados visibles.
La paciencia ciudadana estalló tras la torrencial lluvia registrada anoche, que dejó al descubierto la precariedad y el desorden en que se encuentran las calles abiertas. Vecinos denuncian que no solo lidian con el polvo y el barro, sino que ahora también con la acumulación de agua que convierte las zonas en trampas de lodo.
Lo más indignante es que los 13 regidores municipales permanecen mudos y ausentes, sin ejercer la mínima fiscalización sobre está obra. En tanto, la empresa ahora podría escudarse en las lluvias para justificar retrasos, estrategia que huele a excusa para pedir ampliaciones de plazo y más dinero.
La población exige que el municipio aplique penalidades y obligue al contratista a acelerar el ritmo, porque Cajamarca no merece seguir sufriendo por la incapacidad de autoridades que se hacen de la vista gorda.
Fuente: TAL CUAL TV
