El debate sobre el futuro del transporte sostenible en el Perú volvió a poner sobre la mesa la falta de decisión política como principal obstáculo. Durante el panel Transporte Sostenible al 2030: ¿Estamos en la ruta correcta?, especialistas coincidieron en que el país cuenta con recursos y alternativas tecnológicas, pero carece de liderazgo y políticas claras.
Sergio Martínez, director de Transvial, recordó que el Metropolitano fue el único intento serio de aplicar una tecnología sostenible en Lima, con infraestructura y apoyo gubernamental, pero que fracasó por decisiones políticas: “Se dejó competir al transporte tradicional y no se completó la infraestructura. La víctima fue el usuario”.
Para el ejecutivo, la clave del éxito está en replicar proyectos viables con independencia de intereses políticos: “No existe ya limitación técnica para tener un transporte sostenible al 2030. Solo falta intención política”. Transvial, con experiencia en buses eléctricos desde 2007, apuesta hoy por la electrificación a gran escala y recalca que ya es económicamente viable.
Diversidad energética y competitividad
Carlos Posada, director institucional de la Cámara de Comercio de Lima, advirtió que el Perú no debe cerrarse a ninguna fuente de energía: “Algunos países apuestan por GNV, otros por electricidad, y muchos aún dependen del diésel y la gasolina. No debemos tener animadversión hacia ninguna opción”. Destacó que la política pública debe ser de amplio espectro, dejando que el sector privado elija el modelo más adecuado, y llamó a incentivar autos modernos con menores emisiones, en lugar de mantener ventajas para los más antiguos.
Menor consumo y planificación
Para Edwin Chavarri, decano del Colegio de Ingenieros del Perú-CD Lima, la sostenibilidad implica reducir la demanda energética, no aumentarla. Señaló que la llegada de nuevas tecnologías debe ser gradual y respaldada por políticas de inversión, además de un sistema ferroviario nacional aún pendiente: “Falta integración y un liderazgo claro”.
Electromovilidad: deuda pendiente
Elliot Tarazona, gerente técnico de la Asociación Automotriz del Perú, recordó que en 2021 se presentó un Plan Nacional de Electromovilidad con más de 300 páginas, pero sin avances: “En el Congreso hubo más de 30 proyectos de ley sobre electromovilidad y ninguno prosperó. Mientras Colombia exonera tributos, en el Perú ni siquiera se discute eliminar el IGV”. El resultado: una penetración inferior al 4%, frente al 20% en otros países de la región.
Sobre el gas natural, destacó sus ventajas para transporte pesado, aunque alertó que su implementación avanza demasiado lento: “Es un recurso nuestro y deberíamos aprovecharlo más”.
Proyectos y brechas
Desde el MTC, Abel Gallegos, director de Promovilidad, destacó que se busca integrar sistemas de transporte urbano en distintas ciudades. Mencionó como ejemplo el Corredor Norte-Sur de Trujillo, actualmente en expediente técnico, con infraestructura para gasocentros y paraderos modernos.
La exministra de Transportes, María Jara, advirtió que mientras Bogotá y Santiago superan los mil buses eléctricos, el Perú no tiene ni uno. Además, subrayó la magnitud del reto: “En transporte tenemos una brecha de 40 mil millones de dólares. Pero la infraestructura no es el fin; el fin es el desarrollo”.