La contaminación en nuestra provincia de Celendín está alcanzando niveles alarmantes. En la zona de Sorocucho, diversos empresarios mineros artesanales continúan vertiendo sus relaves directamente al río El Tingo, afectando gravemente la vertiente del Sendamal, una de las fuentes de agua más importantes para cientos de familias.
Esta situación no es solo un delito ambiental: es una muestra dolorosa de cómo, en pleno siglo XXI, la ambición puede más que la vida.
La historia parece repetirse. Igual que en tiempos de la Colonia, el oro y la plata vuelven a valer más que el ser humano, y la naturaleza vuelve a ser tratada como un recurso infinito… cuando ya sabemos que no lo es.
Una riqueza engañosa:
Muchos de estos mineros creen estar construyendo un futuro, pero la realidad es distinta. Los verdaderos beneficiados son los “socios” y financistas, quienes se llevan la mayor parte del mineral, dejando atrás contaminación, pobreza y conflicto social.
Autoridades ausentes:
Nuestras autoridades —nacionales, regionales y locales— siguen sin actuar con firmeza. Algunas incluso continúan recibiendo financiamientos y favores de estos mismos operadores, perpetuando un ciclo de silencio, permisividad e impunidad.
Esta es la cruda realidad de los distritos de Sorochuco, Huasmín y Sucre, donde la contaminación avanza, los ríos enferman y las comunidades quedan desamparadas.
![]()
MENSAJE A LA REFLEXIÓN
La humanidad está caminando hacia su propia destrucción, y lo peor es que lo hace conscientemente.
Estamos contaminando la misma agua que necesitamos para vivir.
Estamos hipotecando el futuro de nuestros hijos por una riqueza momentánea que, al final, no nos pertenece.
Llegará un día —más pronto de lo que creemos— en que ningún gramo de oro ni plata podrá comprar un litro de agua limpia.
Cuando esa hora llegue, comprenderemos demasiado tarde que la verdadera riqueza siempre fue la naturaleza.
Si realmente amamos la vida, debemos empezar por defender la tierra, el agua y el aire que nos sostienen. Todavía estamos a tiempo… pero no por mucho.
Fuente: Radio Studio Antena Uno Celendin








