Noriel Chingay, exprefecto de Cajamarca, se ha convertido en colaborador eficaz y ha empezado a delatar a sus compinches. Buen conocedor de la calaña de la gente que rodea a los hermanos Boluarte, decidió confesar las artimañas de quienes manejan las prefecturas de nuestro país y en especial de nuestra región.
Para nadie es una novedad que César Vásquez, ministro de Salud, antes “El chato de la Disa” , hoy “El chato de la Dina”, era un thruan y convenido, aspirando llegar a ser gobernador de la región usando dinero del Estado y ubicando sus fichas de APP en puestos estratégicos en el escenario político (recordemos, sino la filiación apepista de los últimos prefectos de Cajamarca).
Para llegar a una subprefectura en Cajamarca hay que pagar entre 3 mil y 5 mil soles, dependiendo del distrito y la provincia. Todo ello previo pago al hermano de Dina Boluarte, el corrupto y procesado, Nicanor Boluarte. En Cajamarca hay tres periodistas que hacen las veces de cobradores y que aplauden las triquiñuelas de los hermanos Boluarte en sus medios de comunicación.
Hoy que todo sale a luz por la confesión de un exsubprefecto con amplio prontuario, algunas prefecturas se tambalean, incluyendo al novísimo prefecto de Cajamarca, Silver Pérez, ayayero pertinaz de César Vásquez y que ahora ya entendemos el porqué de su extraño nombramiento. Así manejan Dina y Nicanor, con “El chato de la Dina” nuestra región.
