Elmer Vásquez Gonzáles, subprefecto provincial de Chota, vuelve al ojo de la tormenta tras insultar groseramente a un ciudadano en redes sociales, solo por criticar su cercanía con el gobierno, lejos de comportarse como una autoridad, respondió con vulgaridades, demostrando prepotencia y cero capacidad para el cargo que ocupa.
Pero este escándalo no sorprende tanto si se considera cómo llegó al puesto: no por méritos ni liderazgo, sino gracias a las influencias del prefecto regional de Cajamarca, Silver Pérez, y del ministro de Salud, César Vásquez el famoso “chato de la DISA”, ambos vinculados a Alianza Para el Progreso (APP), partido que cada vez pierde más credibilidad con personajes como este.
Elmer Vásquez, quien además se presenta como docente, se comporta con un nivel de agresividad que avergüenza a Chota y traiciona su origen en Cuyumalca, tierra de rondas campesinas y respeto comunitario.
La ciudadanía ya exige su salida, mientras tanto, el Ministerio del Interior guarda silencio, encubriendo una vez más a una autoridad que no suma, sino que resta y desprestigia al partido, al Estado y al pueblo que debería servir.
